Nuevos aires

El tiempo vuela. Y el tiempo es oro. Los viejos dichos, los refranes y las frases célebres siempre tienen razón. A veces no soy consciente del paso del tiempo. Y no lo digo porque sea impuntual -cada vez menos, ya sabeis que llevo tiempo esforzándome en que eso cambie- sino porque cuando sufres varios acontecimientos seguidos o cambios significativos en tu vida, echas la vista atrás y te das cuenta de que distraida en mil cosas, van pasando los días y ni te enteras. Desde hace unos ocho meses me han pasado muchas cosas, a nivel profesional y sobre todo personal. Los cambios no me abandonan, la gente va y viene, quiero un poquito de tranquilidad y estabilidad porfavor! Y entre cambio y cambio (que ya estoy harta) he descuidado este rincón de Peter Pan, el eterno niño. Afortunadamente quienes nos quieren de verdad siguen al pie del cañón.
Hace casi un año que di un cambio de aires a mi vida: nuevo trabajo, nueva casa, mucha ilusión. Lo guardo todo con mucho cariño, en este nuevo puesto conocí compañer@s de trabajo estupendos, siempre he dicho que yo no voy al trabajo a hacer amigos, sino a cumplir con mi deber; ya sé que suena frío, pero los amigos ya los tienes antes de entrar a la empresa. A algunas de estas personas les tengo mucho cariño, pero no vamos a ponernos cursis y citar nombres ni decir palabras cariñosas, lo importante son los sentimientos, no lo las palabras ni las letras. Soy de esas personas que ni saben ni se proponen disimular lo que sienten, y además pienso que los sentimientos de afecto y de antipatía suelen ser mutuos. Es química, es esa chispa.
No quiero que suene nostálgico ni mucho menos, pero ahora toca dedicarse a otro medio y otra vez renovar un poquito el aire a fin de seguir mejorando. Como siempre, le pongo ilusión e interés. No sé por qué pero tengo la intuición de que voy a descubrir una nueva afición; se trata de algo que a menudo pienso que tengo que hacer más pero que luego no hago (como tantas cosas en esta vida). Y mi intuición nunca me falla.
Guardo con mucho cariño el trabajo hecho hasta ahora porque era una serie de la que siempre fui adicta y me gustó y agradezco la oportunidad de haber formado parte de ella.
Si empezaba este post alabando los refranes, voy a acabarlo con uno aunque no sé si viene a cuento ahora, pero es el que se me pasa por la cabeza en este momento: En todas partes cuecen habas y en mi casa a calderadas. Opto por dejar a un lado la falta de profesionalidad o las "desviaciones" que en ocasiones toca presenciar y me quedo con todo lo bueno.