Descubriendo Nunca Jamás

viernes, septiembre 21, 2007

Síndromes del hombre moderno

Afortunados aquellos que gozan de buena salud. A ciertas edades lo más habitual es haber sufrido algún achaque que otro. Pienso que son peores las enfermedades mentales y las del alma que aquellas que provocan dolor físico. Si llegara a viejecita, pido a Dios que sea con plenas facultades mentales, como mi bisabuela, que le faltó tan sólo una semana para celebrar su 104 cumpleaños y casi hasta el último día estuvo haciendo ganchillo y jugando a la brisca, y vaya mosqueos pillaba cuando perdía la partida.

Nunca hemos tenido tanta información médica y tan al alcance y, sin embargo, estamos menos sanos que nunca. Hoy en día a las enfermedades de toda la vida se suman los males del hombre moderno, fobias, manías, adicciones y obsesiones. Seguro que conoceis muchas más, estas son las que se me ocurren:

- Depresión postvacacional: la experimenté un año, qué chungo! No fue una depresión como tal, más bien era pena de que se acabara lo bueno y no saber cuándo volvería a ver a cierta persona. Os pondría aquella canción del Dúo Dinámico que empieza con El final del verano llegó...
Supongo que en Japón no existe el síndrome postvacacional porque las vacaciones son cortas, así que ni se lo plantean. Vaya! Nunca había pensado que hago vacaciones a la japonesa!
- Burnout o síndrome del trabajador quemado: progresiva pérdida de energía hasta llegar al agotamiento, desmotivación, falta de realización personal, cansancio emocional. A parte de esto, si entre mi reducido pero estimado público hay algún voluntario hipotecado que quiera contar su caso?
- Adicción al trabajo. (Me pregunto si los empollones y pelotas tendrán algún trastorno ¿?)
- Ortorexia: obsesión por una dieta sana, adictos a la comida saludable. Yo soy adicta a la huerta de mis padres.
- Vigorexia: obsesión por el físico, especialmente por los músculos
- Potofobia: miedo a beber ¿alcohol?
- Buying spree: gente que compra compulsivamente (de estas conozco dos casos: una forrada de pasta, la otra una biencasada que se gastaba el sueldo de su ahora ex marido)
- Ataques de ansiedad
- Tecnoestrés: el estrés asociado a las nuevas tecnologías
- Síndrome de la vibración fantasma: hay adictos/as al móvil. Llevar varios móviles y tener la sensación de que continuamente te vibra el móvil u oyes un ligero tono que se parece al d etu teléfono. La adicción al móvil es una de las adicciones derivadas de las nuevas tecnologías.

En definitiva: en parte es lo que ha habido toda la vida pero ahora se le denomina más técnicamente; al igual que en otras épocas, nos obsesiona lo mismo pero ha cambiado la manera de tratar el trastorno. Hace 20 años las depresiones eran diagnosticadas pasado un año; dentro de 20 años será la enfermedad más común. Actualmente está muy de moda la Psicología y se diagnostica antes. Es alucinante la cantidad de gente que está en tratamiento antidepresivo, de todas las condiciones y clases sociales, y hablo con conocimiento de causa porque he trabajado en farmacia. What on earth is happening? El estrés - real o imaginado - disminuye el volumen del hipocampo, el órgano central de la memoria y de la planificación del cerebro. Así es que be cool my friend...

Hoy en día hay personas que se sientan delante de un psiquiatra y en realidad no tienen nada. Están hipocondríacos por un exceso de información? Acaso han leído en Internet o han oído en alguna tertulia barata hablar sobre la búsqueda de la felicidad, un tema tan de moda en el siglo XXI? Porque antiguamente las prioridades eran cubrir necesidades más básicas; cuando se llega al bienestar surgen otro tipo de carencias. En África no se habla de anorexia ni bulumia ni obesidad. Antes los descubrimientos se publicaban en revistas científicas, ahora puedes encontrar consejos de autoayuda y chorradas similares hasta en el Elle. Si bombardean con la información, pues al final generan la necesidad de corregir algo que hasta ahora no te habías planteado nunca. Y ya que hablo de la accesibilidad de la información, pienso en esos pacientes que llegan a la consulta con un lenguaje tan preciso, con su afección focalizada, el típico sabelotodo charlatán; me imagino lo que pasará por la cabeza del profesional de bata blanca, pensará: ¿para qué carajo vienes entonces? ¿para decirme lo que tengo que recetarte?

Según datos de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) cada europeo está de baja una media de 4 días al año por depresión, cansancio o estrés. En total en la UE se pierden 600 millones de días de trabajo.

Hace varios años fui a la consulta para pedir la baja porque padecía del estómago y no me parecía oportuno ir a trabajar con las náuseas y demás. No estaba mi médico de cabecera habitual y en su lugar había un hombre de mediana edad que, al pedirle que me firmara la baja porque había faltado 4 días al trabajo, me dijo:
- ¿Qué te pongo? ¿Baja por depresión?
- Yo: No!! Gastritis!

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