Campeones

Desde 1964 ya tocaba. Este 0-1 Alemania-España quedará en nuestra memoria.

Ahora a celebrar, a sormir y a soñar con los sueños que nos quedan por cumplir.

Mañana me espera un viaje y una visita a aquel lugar que formó parte de mi vida.

Hagas lo que hagas, ponte bragas

Y si vas a Ascot también. Porque este año las mujeres que luzcan su ombligo, minifaldas-cinturón, tirantes finísimos o se personen sin ropa interior serán llamadas al orden por "la policía de la vestimenta" en Ascot. En las invitaciones se ha enviado una nota recordatoria acerca de vestir de manera adecuada y formal (decente coño!!) para asistir al acto. Las azafatas este año estarán más atentas de lo habitual para detectar a aquellas señoras que no lleven ropa interior cuando el viento agite el vuelo de sus vestidos o cuando exhiban vestidos con escote palabra de honor o que dejen los hombros al descubierto. Aquellas que provocaron revuelo en años anteriores serán revisadas de manera especial en los puntos de acceso al recinto. ¿Habrá azafatos revisores?
La que tendría que revisar su vestuario sería Jasmine Lafitte si se presenta en Ascot, no vaya a pasarle lo mismo que en Cannes.

El sueño de Pereza

Si hubiera una canción titulada "Corre que te corre" podría ser mi banda sonora de lunes a viernes. La última maratón: anoche para el concierto de Pereza, y es que la niña va de concierto en concierto y tiro por que me toca.

Una noche especial para este grupo madrileño porque tocar en Las Ventas era un sueño y anoche lo demostraron con un conciertazo de una pieza encadenando una canción con otra y haciendo saltar a más de 15.000 personas. Con un estilo propio aprendido de las bandas de rock&roll y maestros de la música, un pequeño homenaje a Los Beatles a su manera, toques de buen humor y buen rollo durante toda la noche, complicidad entre el público y el escenario, y esa pose de chulería que contrasta con la sencillez de dos chavales madrileños -Rubén y Leiva- que disfrutan haciendo rock en el escenario, que parecen seguir con los pies en el suelo y sin olvidar sus inicios en la música. Esta vez no había invitados como Iván Ferreiro o Quique González, sólo la gente que ha formado parte de Pereza a lo largo de estos 10 años, por ejemplo el primer batería del grupo o el saxofonista de nombre impronunciable.

Anoche era la primera vez que entraba en Las Ventas, me gusta haberme estrenado viendo como uno de mis grupos favoritos cumple un sueño, que seguro no será el último. Felicidades y gracias por estos buenos ratos.

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Golazo/Pereza/elpepucul/20080614elpepicul_10/Tes

http://www.mtv.es/musica/actualidad/noticias/117701-pereza-y-sidonie-juntos-las-ventas

Yo para ser feliz no quiero ni ver un camión

Desde este lunes mi trayecto de ida y vuelta al trabajo se ha visto afectado por la huelga de camioneros. De acuerdo con los motivos que les llevan a esta huelga, pero no con el modo. Mejor que plantarse en medio de las autovías y putear a cientos de conductores que vamos camino del trabajo o de donde sea, hubiera sido más original hacer una cadena de camiones aparcados alrededor de la Moncloa o del Congreso de los Diputados. Porque quienes por culpa de ese plantón llegamos tarde al trabajo -y eso te lleva a tener que salir más tarde- no tenemos la solución para que el precio del petróleo no siga incrementándose. Y no me hace ni pizca de gracia gastar más combustible circulando a menos de 20 km/h por la A1 viendo como la pérdida de tiempo va unida al creciente cabreo.

Trabajo en equipo (II)

Hoy hemos recibido las fotos del curso que hicimos la semana pasada. Nos hemos reido mucho en el curso y viéndolas. Es la primera vez que me envían a una experiencia de estas y ha sido positiva. Eso sí, he comprobado una vez más lo patosa que soy y hemos vuelto con hematomas pero muy animados. Se trataba de hacer pruebas de ejercicio físico y de habilidad en grupo, descubrir las posibilidades que tenemos, la soltura y resolución de conflictos en diferentes situaciones y extrapolarlo a situaciones laborales. Nuestro equipo funcionó bien y las relaciones personales, que ya eran buenas, se han fortalecido.
Comentándolo en una comida este fin de semana, me encontré alguien que también había sido reclutado para algo similar en su empresa pero su experiencia fue diferente: un concurso de chistes! Un chico que no sabe chistes, no memoriza ni uno y nunca cuenta chistes: quedó en segundo lugar, cuando llegó a casa con un Home Cinema como premio y le dijo a su mujer cómo lo había ganado ella no se lo podía creer, eso sí que le pareció un chiste.
En fin, que uno nunca sabe hasta donde pueden llegar sus posibilidades. Aunque mi colega nos contó el truco: en el backstage, mientras esperaba su turno para salir al escenario, le pidió a un compañero chistoso que le contara unas cuantas chirigotas y las memorizó; resulta que ese compañero fue el ganador del concurso así que tenía mil y una ocurrencias.

Desde el cielo, al cielo

Han pasado tres días pero no quiero pasar por alto este post, no he podido escribirlo antes.

Hace unos meses en este blog, entusiasmada, dejaba constancia de una experiencia maravillosa de la que llevaba mucho tiempo queriendo disfrutar, a decir verdad desde pequeñaja, desde que tuve conocimiento del tema: saltar en paracaídas. Me gustan los deportes de aventura en contacto con la naturaleza pero la experiencia del paracaidismo ha sido lo mejor que he hecho, lo dije en su momento y lo reitero.

El pasado viernes 30 de mayo estaba trabajando cuando recibí la llamada de mio amiga PI preguntándome con voz muy seria: "¿Sabes ya lo que ha pasado?" No, no había tenido ni un minuto para mirar la edición electrónica de los diarios porque el viernes estamos ultimando detalles en el trabajo. Así que Pi me dice: "Se ha estrellado la avioneta en Lillo, han muerto dos personas". Mientras la oía contármelo se me erizó el vello y se me puso un "no sé qué" en el estómago, me quedé de piedra. Lo primero fue preguntar si entre los 11 que volaban estaba alguien de los conocidos, especialmente un compañero de trabajo de Pi. No había ninguno de ellos, pero igualmente siento mucho lo sucedido: murió el piloto, Jesús, y un paracaidista. La misma avioneta, el mismo piloto.

Como ya imaginaba, no faltó alguna voz: es que no te das cuenta de lo peligroso que es y sigues pensando en saltar. Pues no estoy de acuerdo; las condiciones atmosféricas y las turbulencias mandan, sin duda, pero el paracaidismo es alucinante, hay muy buenos profesionales y se toman precauciones.

Un abrazo a la gente de Skydive Lillo, donde nos recibieron fenomenal, demostraron profesionalidad y que son una piña.