Yo para ser feliz no quiero ni ver un camión

Desde este lunes mi trayecto de ida y vuelta al trabajo se ha visto afectado por la huelga de camioneros. De acuerdo con los motivos que les llevan a esta huelga, pero no con el modo. Mejor que plantarse en medio de las autovías y putear a cientos de conductores que vamos camino del trabajo o de donde sea, hubiera sido más original hacer una cadena de camiones aparcados alrededor de la Moncloa o del Congreso de los Diputados. Porque quienes por culpa de ese plantón llegamos tarde al trabajo -y eso te lleva a tener que salir más tarde- no tenemos la solución para que el precio del petróleo no siga incrementándose. Y no me hace ni pizca de gracia gastar más combustible circulando a menos de 20 km/h por la A1 viendo como la pérdida de tiempo va unida al creciente cabreo.